Cuando alguien habla de Asturias, la imagen más repetida suele ser la de los verdes prados junto a los Picos de Europa, los acantilados que se asoman al Cantábrico o una buena fabada acompañada de sidra. Todo eso está muy bien, claro. Pero, ¿qué pasa si ya conoces esa “postal” y buscas vivir la región de otra manera?

El Principado esconde experiencias menos obvias que te permiten descubrirlo con otros ojos: desde probar quesos en su propio lugar de maduración hasta recorrer pistas rurales en un buggy rugiendo entre bosques y montañas. En esta guía vamos a enseñarte cómo disfrutar de un turismo diferente en Asturias, más allá de lo que aparece en los folletos.

Sabores que se viven, no solo se prueban

Uno de los placeres de viajar al norte es, sin duda, la comida. Sin embargo, la experiencia puede ir mucho más allá de sentarse en un restaurante. En Cabrales, por ejemplo, hay productores que te llevan hasta las cuevas donde afinan el queso. Allí, entre la humedad de la roca, puedes saborear un trozo recién cortado mientras te cuentan historias de generaciones dedicadas al oficio.

Lo mismo ocurre con la sidra. No es lo mismo beberla en una terraza de Gijón que aprender a escanciarla en un llagar, rodeado de manzanos. Ese tipo de experiencias gastronómicas hacen que el viaje tenga un recuerdo mucho más personal.

Pueblos que parecen detener el tiempo

Asturias no se acaba en sus grandes atractivos turísticos. Basta con desviarse unos kilómetros de las rutas principales para encontrar aldeas diminutas, con hórreos centenarios y chimeneas echando humo al atardecer. En algunos de esos pueblos aún es posible entrar en una taberna de piedra y charlar con vecinos que te cuentan cómo era la vida antes de que llegaran los turistas.

Son rincones que no salen en las guías, pero que transmiten una autenticidad difícil de encontrar en otros lugares.

La naturaleza, mejor si la recorres en buggy

Está claro que la naturaleza es el gran tesoro asturiano. Lo habitual es recorrerla a pie, en bici o en kayak, pero si lo que buscas es una experiencia realmente distinta, merece la pena probar las rutas en buggy en Asturias.

Imagina ponerte al volante de uno de estos vehículos todoterreno y adentrarte por caminos rurales, cruzar riachuelos y ascender por pistas que ofrecen vistas espectaculares de los Picos de Europa. Todo con la seguridad de ir acompañado por un guía que conoce el terreno al detalle.

Las excursiones en buggy son una de las actividades estrella de empresas como Cangas Aventura, que organizan recorridos adaptados a todos los niveles. Puedes elegir desde paseos tranquilos para familias hasta rutas más largas y técnicas para quienes quieren soltar adrenalina. Lo mejor es que no necesitas experiencia previa: basta con tener ganas de conducir y dejarte llevar por la aventura.

Además, estas salidas no solo son pura diversión; también son una forma diferente de entender el paisaje. Desde el buggy se descubren miradores escondidos y caminos que rara vez pisan los turistas. En otras palabras, permiten vivir Asturias desde dentro, con un punto de emoción que engancha.

Cultura viva más allá de los museos

Otro aspecto menos conocido del Principado son sus fiestas populares y tradiciones. Más allá de Oviedo y Gijón, cada pueblo tiene su propio calendario festivo: romerías, mercados medievales, jornadas gastronómicas… Participar en alguno de estos eventos es integrarse en la vida local y llevarse un recuerdo mucho más auténtico que una simple visita a un museo.

Asturias, destino de contrastes

En un mismo día, puedes desayunar en una aldea perdida, conducir un buggy entre montañas, comer junto a un río y acabar la tarde paseando por una playa salvaje. Esa es la verdadera magia del Principado: su capacidad para ofrecer experiencias totalmente diferentes en distancias muy cortas.

Asturias no es solo playas, montañas y sidra. Es mucho más: son los sabores vividos en primera persona, los pueblos escondidos, las tradiciones que siguen vivas y las aventuras que te ponen el corazón a mil. Entre todas ellas, las rutas en buggy en Asturias se han convertido en una de las formas más originales de descubrir el territorio. Una actividad que mezcla naturaleza, emoción y un punto de libertad que engancha a cualquiera que la prueba.

Si buscas un destino distinto para tu próxima escapada, apunta esta idea: déjate sorprender por Asturias desde otro ángulo… y no olvides reservar tu buggy.